EL COACHING ¿UNO O MULTIPLE? (II Parte)

Por: José Luis Duribe.

Consultor Senior en Desarrollo Organizacional en Desarrolla.

Experto en implantación y desarrollo de Políticas de RR.HH, Gestión por Competencias, Formación y Desarrollo. Responsable del Área de desarrollo Organizacional en la Consultora Desarrolla.

Durante quince años, ha desarrollado su actividad profesional en el Sistema MAPFRE, como director de RR.HH. de Banco MAPFRE, Director adjunto de la Fundación MAPFRE Estudios y Director del Centro Internacional de Formación de Directivos.

Doctor en CC de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, profesor de materias relacionadas con la comunicación y el desarrollo de personas en el master de EFTI y en el master de Prevención de Riesgos Laborales de la Fundación MAPFRE Estudios

La mayéutica era el método utilizado por Sócrates para hacer reflexionar a sus interlocutores y que éstos alcanzasen un nivel superior de conocimiento. Sócrates, hijo de un escultor y una comadrona, le dio el nombre de mayéutica (que en griego significa técnica de asistir en los partos) para indicar que su forma de dialogar ayudaba a que las ideas saliesen del otro, como la partera ayuda a que el niño salga del vientre de su madre.

Aunque realmente, de Sócrates no sabemos mucho pues no dejó ninguna obra escrita. Lo que sabemos de él lo conocemos a través de Platón que lo utiliza como un personaje que aparece con frecuencia en sus famosos Diálogos utilizando la dialéctica mayéutica, lo que nos hace dudar si realmente lo que nos cuenta Platón eran las ideas del propio Sócrates y el método de dialogar el que éste utilizaba, o si Platón recurrió a este personaje para expresar sus propias opiniones y su forma de avanzar en el conocimiento. Sea como fuere el caso es que conocemos como método socrático o mayéutica a una forma de dialogo en el que se avanza en la reflexión mediante la realización de preguntas.

Si bien la mayéutica es una forma de dialogo mediante preguntas, no todos los diálogos que se desarrollan bajo la formula de pregunta respuesta son mayéutica. Lo que supuestamente hacía Sócrates era preguntar buscando las contradicciones en las respuestas de su interlocutor hasta llevarle al absurdo o a evidenciar la inconsistencia de su pensamiento para, desde ahí, construir un nuevo pensamiento más sólido y firme. La mayéutica no es preguntar sino cuestionar las ideas hasta alcanzar un nuevo pensamiento superior.

Tanto la falta de una definición clara y contundente así como la dificultad para diferenciar la mayéutica de otras formas de dialogo mediante preguntas, hacen que exista cierta confusión entre lo que es y no es coaching. Posiblemente si hacemos un poco de historia podamos aclarar algo.

Si empezamos por los orígenes del término coach podemos indicar que hacia los siglos XV y XVI, la ciudad húngara de Kocs, situada a unos 70 kilómetros de Budapest, (entre Viena y Pest), comenzó a hacerse muy popular al convertirse en parada obligada para todos los viajes entre estas dos capitales. En esta ciudad empezó a hacerse muy común el uso de un carruaje caracterizado por ser el único provisto de un sistema de suspensión que destacaba por su comodidad frente a los carruajes tradicionales. Así comenzó a hablarse del kocsi szekér, o sea el ‘carruaje de Kocs’, símbolo de la excelencia.

El término kocsi pasó al alemán como kutsche, al italiano como cocchio y al español como coche. En serbocroata, se dice kocsikázik para designar la acción de dar un paseo en coche. Por tanto, la palabra coach (coche) es de origen húngaro. Designaba un vehículo tirado por animales para transportar personas, tal y como declara Luis de Ávila en 1548 (Guerra de Alemania): “Se puso a dormir en un carro cubierto, al que en Hungría llaman coche”. De la ciudad Kocs, se formó la palabra kocsi (pronunciada cochi). En una obra de Fonseca de 1569, “coche” aparece integrada en el léxico español.

El “coach” cumplía la función de transportar personas de un lugar a otro; del lugar donde estaban al querían ir. Posteriormente la palabra fue incorporada al vocabulario inglés como sinónimo de entrenador en el ámbito deportivo: alguien que lleva a un deportista de una situación de resultados y capacidad deportiva a otra de mayor eficacia y mejores resultados.

El coaching moderno tiene una historia muy corta empezó a aplicarse en los EEUU en los años 80. Pero un referente interesante puede encontrarse en la historia de John Whitmore, un londinense de 65 años, casado con una psicoterapeuta, que se autodefine como un coach y no precisamente en términos deportivos, ya que él entrenaba la gente en el desarrollo de aptitudes, de su talento o de su potencial.

Para Whitmore todo empezó cuando leyó el libro de Tim Gallwey “El Juego Interior del Tenis” en el que aplicaba al tenis las ideas psicológicas que bullían en California bajo la influencia del movimiento del New Age. En 1978 Whitmore fundó una escuela de entrenamiento deportivo, a la que llamó The Inner Game, donde aplicó las técnicas de Gallwey; las aplicó a estudiantes de tenis, esquí, y luego empezó a aplicarlas a directivos de empresas británicas.

Dice Whitmore que prefirió quedarse con el término coach, ya que a los británicos les aterraba el concepto de “juego interior”, pero descubrió al enseñar tenis y otros deportes que las personas hacen cosas sin saber que las hacen y que si uno pregunta y pregunta, poco a poco, ese no saber esconde una verdad que tiene que ver con el yo (más interno) de la persona y es cuando se ayuda a alguien a descubrirse a sí mismo.

Puede describirse el proceso en términos de la Gestalt, como una retroalimentación continua que le permite a una persona “darse cuenta” de aspectos ciegos de su actuar y su pensar, de cómo percibe la realidad y de qué tipo de distinciones es capaz de hacer. Con este inicio, los términos coaching empresarial y coaching ejecutivo se remontan a los programas de desarrollo del liderazgo en la década de los 80.

Algunos de los principios básicos del coaching derivan de la psicología deportiva, donde la idea de organizar y dirigir bien a un equipo es la base del éxito de ese equipo, aunque muchos coaches siempre prefirieron enfocar su trabajo a ver de qué manera un grupo puede funcionar como una “maquina humana”, donde se pueda juntar a los mejores, para funcionar según un ideal y alcanzar la perfección en el “juego” de conjunto. Esto se logra cuando el entrenador desarrolla una doble visión, una del conjunto y la otra de la persona, donde se atiende a cada cual según su particularidad en habilidades y destrezas para pulirlas al máximo.

La psicología deportiva pone interés en el estudio de la autoconciencia, el examen de los valores que nos mueven al crecimiento y la superación de los obstáculos, el desarrollo de la visión, el reto y el control de sí mismo. Y el coaching tiene muchas cosas en común.

Si el coaching está relacionado con el aprendizaje, los orígenes de la tutoría actual habría que buscarlos en los principios del aprendizaje de los adultos, desarrollados en la década de los años 50 y 60, e incluyen la idea de que los adultos tienden más hacia la orientación personal y la autodirección y que el adulto busca mucho más aprendizajes prácticos que le permitan afrontar la vida cotidiana. Sin embargo los adultos se arriesgan menos y son más reticentes a probarse, por tanto el coach debe proporcionar un encuadre seguro en el cual el aprendizaje adulto se haga posible. En este sentido será importante tomar en cuenta algunos aspectos:

• El entrenado, el coachee, es un ser proactivo, con iniciativa y tiende a la auto-dirección, busca la perfección o la profundización de algo que ya “domina”.

• El conocimiento procede, no sólo, de la observación del mundo externo sino que en gran parte debe buscarse en aspectos internos.

• La motivación suele ser un elemento secundario ya que lo que el coach debe hacer es ayudar clarificar visiones, metas y objetivos que facilitarán la reactivación de los componentes de motivación propios.

Con lo visto hasta aquí podemos aventurar una definición de coaching:

El coaching es un proceso, es decir un conjunto de fases sucesivas, mediante el cual una persona (coachee) que desea mejorar en algunos aspectos de su conducta actual contrata los servicios de un especialista (coach), el cual mediante su apoyo en la reflexión y en el análisis de la realidad actual le ayuda a alcanzar sus objetivos, objetivos que sin esta ayuda no sería capaz de alcanzar.

De esta definición debemos destacar algunos aspectos:

• El coaching es un proceso. Tiene un principio y un final que se compone de diferentes fases:

    • La primera consiste en crear un vínculo entre coach y coachee, para lo cual es necesario que haya una aceptación mutua, que algunos principios del proceso, como la confidencialidad y la sinceridad queden plenamente garantizados, y que cada uno entienda y acepte el papel que debe jugar.

    • La segunda es una exploración de necesidades en torno a los objetivos deseados por el coachee a fin de realizar un diagnóstico y poder evaluar las probabilidades de éxito.

    • La tercera es marcarse objetivos. Objetivos pautados, claramente identificados con indicadores que permitan verificar los avances y saber cuando se han alcanzado.

    • La cuarta es la propia intervención, las sesiones de coaching.

    • Todo el proceso debe ir acompañado de un proceso de evaluación y seguimiento que permita verifica los avances que se van consiguiendo.

• Está orientado hacia el futuro. Parte de una realidad actual y pretende alcanzar objetivos marcados de cara al futuro. No tiene porque ahondar en las razones del comportamiento de las personas o en su pasado: la realidad actual es una y a partir de aquí hay que plantearse el futuro, sin necesidad de cuestionarse cuales son las razones que hacen que nuestro comportamiento sea el que es.

• El coach es un especialista que, mediante la técnica mayéutica, ayuda al coachee a reflexionar y tomar sus propias decisiones para alcanzar los objetivos pretendidos. Esta ayuda del coach está orientada a dos cuestiones principales:

    • A hacer distinciones, a observar y percibir matices diferentes de la realidad que el coach por sí mismo no es capaz de apreciar.

  • A romper y cambiar paradigmas, a cambiar el  nivel de pensamiento y enfrentarnos a las situaciones desde puntos de vista totalmente diferentes. Esto, en muchas ocasiones exige “desapender”, pues lo que hacíamos bajo unos criterios determinados deja de tener sentido cuando estos cambian.

   • El coach centrará al coachee en las elecciones que toma y las consecuencias que ellas crean, brindándole herramientas específicas para elegir con mayor efectividad y elegir conscientemente.

• Los objetivos de mejora los marca el propia coachee y es él quien decide lo que para él significa mejora, que no debe ser otra cosa que alcanzar una mayor satisfacción personal por el resultado alcanzado en aquello que se hace.

El proceso de coaching parte de la premisa de que el coachee es el individuo que cuenta con la mayor y mejor información para resolver las situaciones que enfrenta. En vez de enseñar, el coach asiste al coachee para aprender de sí mismo.

Anterior
Anterior

Los grandes Gurús del Desarrollo Personal y Profesional se suman al Mindfulness

Siguiente
Siguiente

EL COACHING ¿UNO O MULTIPLE? (I Parte)