La importancia de tener un gran equipo
Conseguir personas permanentemente motivadas no es fácil.
El espíritu de equipo debe formar parte del ADN de toda la organización.
Cada uno de los componentes humanos de la empresa debe ser consciente de su rol en la organización y del rol de sus compañeros de viaje.
Ser consciente es visionar tu realidad objetiva, tu aquí y tu ahora, sin caer en la trampa de construirte una realidad confortable que bloquee tu capacidad de desarrollar negocio.
Algunas sugerencias clave.
1.- TRANSMITE BIEN LAS METAS.
Las metas de una organización son el primer paso para que los equipos se sientan en todo momento parte de un propósito superior que les transciende, es lo que da sentido a su compromiso. El líder es sólo el talento de los componentes de su equipo, y su liderazgo se mide en términos de la mejora continua que le aportan día tras día, y la mejora surge del análisis objetivo de las metas. Algunas organizaciones transmiten sus metas y no confirman una y otra vez, si han sido esencialmente comprendidas por sus líderes y sus equipos.
2.- LIDERAZGO.
El líder consigue que su equipo se sitúe cada día en su zona de aprendizaje, el líder crea un vínculo emocional con su equipo desde el reconocimiento y el refuerzo de las capacidades de los miembros de su equipo, el líder conoce a su equipo porque compone el escenario perfecto para que se manifiesten desde el rapport que todos comparten, viviendo juntos logros y fracasos, aprendiendo juntos de sus errores, el líder escucha más que habla, y siente en lo más profundo de su corazón que su equipo se sabe ganador hasta en los momentos más difíciles.
3.- BUENA COMUNICACIÓN.
La comunicación es el combustible del motor de una organización, casi todas las sorpresas desagradables que se dan en una estructura compuesta por un conjunto de hombres y mujeres son fruto de una comunicación frágil e irresponsable, son tiempos estos que han dejado claro que la comunicación debe fluir hasta las redes básicas de la pirámide laboral, de modo que se pueda fomentar la inteligencia colectiva que existe desde su base, pues el que no sabe no tiene datos para movilizar sus neuronas, y nadie tiene el patrimonio de la genialidad.
4.- PREMIA A TUS EQUIPOS.
Practicar la meritocracia siempre ha funcionado y siempre se ha olvidado, como la jalea real, todo el mundo sabe que fortalece pero preferimos café con leche. La zanahoria y el palo sabemos que tiene un recorrido muy corto, pero esta realidad también se nos olvida. El reconocimiento público y privado es algo que nos ocupa tiempo, incluso esfuerzo, sin embargo necesitamos personas con alta autoestima, y esto también se nos olvida.
5.- TRABAJA EN LA ACTITUD DE TUS EQUIPOS.
Los japoneses manejan dos términos que marcan su existencia, el IKIGAI y el KAROSHI, IKI en japonés es vida, GAI es la realización de lo que uno espera y desea, IKIGAI es la razón por la que te levantas por la mañana, quien vive su IKIGAI ha encontrado su propósito, IKIGAI podría ser la suma de pasión y profesión, KAROSHI es el otro extremo, el bloqueo vital y profesional, la eterna, gris y mortecina zona de confort. La buena actitud en una organización es el fruto de la dedicación a las personas que diriges, es la consecuencia del tiempo que dedicas a conocerles, es el premio del esfuerzo para hacerles ver que lo que hacen es mucho más grande que la suma del esfuerzo de cada uno de ellos.
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